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En la Conferencia Mundial de Desarrolladores de Apple (WWDC) de este año, se dedicaron varios minutos del discurso de apertura a la presentación de la nueva empresa Anki y su primer producto, Anki Drive.

Anki Drive son coches de juguete con inteligencia artificial.

Se trata de coches de juguete que se pueden controlar mediante dispositivos iOS a través de Bluetooth, por lo que el concepto básico no es muy original. El motivo por el que pudimos verlos en una presentación tan significativa como la keynote de la WWDC es porque Anki es una empresa de robótica. Para que alguien pueda organizar pequeñas carreras en el suelo del salón, solo basta con un jugador, y los demás oponentes serán atendidos por la inteligencia artificial.

Anki Drive es literalmente un videojuego cuyos objetos se mueven no sólo en el mundo virtual, sino también en el mundo real. Con esta "pequeña modificación" vienen una serie de problemas, como cambiar el comportamiento de la pista y las ruedas de los coches de juguete en función de la cantidad de polvo y otras sustancias que se acumulan en ellas. Para que el coche de juguete se mueva de forma eficiente y constante en la pista, es necesario controlar constantemente las condiciones de conducción. Aquí es donde se manifiesta la combinación de inteligencia artificial y robótica, de la que Anki Drive es un ejemplo único. Cada coche de juguete debe "tener una visión general" tanto de las características de su entorno como de la posición y posible estrategia de sus oponentes. Así, mientras la inteligencia artificial se utiliza para predecir muchos caminos posibles a seguir para que el coche de juguete llegue a su destino programado de la manera más eficiente posible, la robótica intenta resolver problemas asociados a la ejecución de determinadas maniobras en el mundo real.

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En la práctica, esto significa que cada coche de juguete tiene dos motores, una pequeña cámara orientada al suelo/vía, Bluetooth 4.0 y un microprocesador de 50 MHz. Una parte importante también es la pista de carreras, en cuya superficie hay información sobre la posición que leen los coches de juguete mientras conducen. Esto sucede hasta 500 veces por segundo. Los datos obtenidos se envían luego vía Bluetooth a un dispositivo iOS, donde se calculan nuevas trayectorias para que el auto de juguete se comporte adecuadamente ante su entorno y el destino programado. Dependiendo de los objetivos, los coches de juguete pueden adquirir diferentes rasgos de carácter, antropomórficamente hablando.

En cinco años, los desarrolladores de Anki Drive consiguieron crear un sistema tan eficaz que, si lo aplicáramos en el mundo de los coches de tamaño medio, la precisión sería suficiente para circular a una velocidad de unos 400 km/h en una pista que estaría delimitado por paredes de hormigón de tal manera que cada lado del vehículo tuviera un espacio libre de aproximadamente 2,5 mm.

El conocimiento que se aplica en Anki Drive es relativamente bien conocido y probado intensamente en robótica, pero Anki es, según sus propias palabras, uno de los primeros (si no el primero) proyectos en pasar del laboratorio a las estanterías de las tiendas. Esto probablemente sucederá ya este mes, con los autos de juguete disponibles para su compra en las tiendas Apple. La aplicación de control se puede encontrar, por ejemplo, en la App Store americana, pero todavía no en la checa.

Aplicación Anki Drive.

Como afirma Boris Sofman, director general de la empresa, Anki Drive es sólo el primer paso para incorporar gradualmente los descubrimientos de la robótica en la vida cotidiana. Al mismo tiempo, el potencial es (aparentemente) mucho mayor que "simplemente" los coches de juguete de apariencia muy inteligente.

Recursos: 9to5Mac.com, Anki.com, polígono.com, engadget.com
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