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Apple realizó su tercera adquisición en Gran Bretaña este año, esta vez centrándose en la nueva empresa tecnológica VocalIQ, que se ocupa de software de inteligencia artificial que ayuda a una comunicación más natural entre la computadora y el ser humano. Siri, el asistente de voz de iOS, podría beneficiarse de esto.

VocalIQ utiliza un software que aprende constantemente y trata de comprender mejor el habla humana, para poder comunicarse con los humanos de manera más efectiva y seguir órdenes. Los asistentes virtuales actuales como Siri, Google Now, Cortana de Microsoft o Alexa de Amazon sólo funcionan en base a interacciones claramente definidas y necesitan que se les diga una orden precisa.

Por el contrario, los dispositivos VocalIQ con tecnologías de aprendizaje y reconocimiento de voz también intentan comprender el contexto en el que se dan las órdenes y actuar en consecuencia. En el futuro, Siri podría mejorarse, pero las tecnologías VocalIQ también se utilizan en la industria automovilística.

La start-up británica se centró en el sector del automóvil e incluso colaboró ​​con General Motors. Un sistema en el que el conductor sólo mantuviera una conversación con su asistente y no tuviera que mirar la pantalla no distraería tanto. Gracias a la tecnología de autoaprendizaje de VocalIQ, este tipo de conversaciones no tendrían por qué ser "máquinas".

Apple confirmó su última adquisición para Financial Times con la línea habitual de que "de vez en cuando compra pequeñas empresas tecnológicas, pero generalmente no revela sus intenciones y planes". De acuerdo a FT en caso de que el equipo de VocalIQ continúe permaneciendo en Cambridge, donde tiene su sede, y trabajando de forma remota con la sede de Apple en Cupertino.

Pero VocalIQ seguramente estará encantado de participar en la mejora de Siri. En su blog en marzo marcado Asistente de voz de Apple como juguete. "Todas las grandes empresas tecnológicas están invirtiendo miles de millones en el desarrollo de servicios como Siri, Google Now, Cortana o Alexa. Cada uno de ellos se lanzó con gran fanfarria, prometiendo grandes cosas pero sin cumplir con las expectativas de los clientes. Algunos acabaron utilizándose sólo como juguetes, como Siri. El resto quedó en el olvido. Como era de esperar.'

Fuente: Financial Times
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