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En los últimos días ha habido un caso entre Apple y iPhone sobre la supuesta ralentización del teléfono mediante la reducción del rendimiento de la CPU y la GPU. Esta reducción del rendimiento se produce cuando la batería del teléfono se desgasta por debajo de cierto nivel. El fundador del servidor Geekbench aportó datos que básicamente confirman este problema y realizó un análisis del rendimiento de los teléfonos según la versión de iOS instalada. Resulta que desde determinadas versiones Apple ha activado esta desaceleración. Sin embargo, hasta ahora todo esto ha sido sólo especulación, basada en pruebas circunstanciales. Sin embargo, ahora todo está confirmado, porque Apple ha comentado oficialmente todo el caso y lo ha confirmado todo.

Apple proporcionó una declaración oficial a TechCrunch, que la publicó anoche. Traducido libremente dice lo siguiente:

Nuestro objetivo es proporcionar a los usuarios la mejor experiencia posible con nuestros productos. Esto significa brindarles el mejor rendimiento posible y la máxima vida útil posible para sus equipos. Las baterías de iones de litio pierden su capacidad de entregar suficiente corriente a una carga de manera confiable en varios casos: a bajas temperaturas, con bajos niveles de carga o al final de su vida útil. Estas caídas de tensión de corta duración, que pueden ocurrir en los casos mencionados anteriormente, pueden provocar una parada o, en el peor de los casos, posibles daños al dispositivo. 

El año pasado publicamos un nuevo sistema que resuelve este problema. Afectó al iPhone 6, iPhone 6s y iPhone SE. Este sistema garantizaba que tales fluctuaciones en la cantidad de corriente requerida no se produjeran si la batería no podía proporcionarla. De esta forma evitamos que los teléfonos se apagaran involuntariamente y la posible pérdida de datos. Este año lanzamos el mismo sistema para iPhone 7 (en iOS 11.2) y planeamos continuar esta tendencia en el futuro. 

Apple básicamente confirmó lo que se venía especulando desde la semana pasada. El sistema operativo iOS es capaz de reconocer el estado de la batería y, en base a ello, acelera el procesador y el acelerador gráfico para reducir su rendimiento máximo, reduciendo así su consumo de energía y, por tanto, la demanda de batería. Apple no lo hace porque deliberadamente ralentizaría los dispositivos de los usuarios para obligarlos a comprar un nuevo modelo. El objetivo de este ajuste de rendimiento es garantizar que el dispositivo funcione de manera confiable incluso con una batería "agotada" y que no se produzcan reinicios aleatorios, apagados, pérdida de datos, etc. Por esta razón, incluso los usuarios que han reemplazado la batería en sus teléfonos más antiguos están observando un aumento obvio en el rendimiento de su teléfono.

Entonces, al final, puede parecer que Apple está siendo honesta y haciendo todo lo posible por el bienestar de los clientes. Eso sería cierto si informara a esos clientes sobre sus pasos. El hecho de que sólo conozca esta información gracias a algunos artículos en Internet no parece muy creíble. En este caso, Apple debería haber revelado la verdad mucho antes y, por ejemplo, permitir a los usuarios controlar el estado de su batería para poder decidir por sí mismos si era el momento adecuado para reemplazarla o no. Quizás el enfoque de Apple cambie después de este caso, quién sabe...

Fuente: TechCrunch

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