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Las prácticas fiscales de Apple en Irlanda fueron examinadas minuciosamente por el gobierno estadounidense hace un año, y la empresa ha estado relativamente tranquila desde entonces. Sin embargo, ahora la Unión Europea también se prepara para examinar las acciones del gigante californiano en Irlanda. Apple corre el peligro de tener que pagar impuestos atrasados, lo que al final podría significar miles de millones de dólares.

El pasado mes de mayo, el CEO de Apple, Tim Cook, tuvo que testificar ante los senadores estadounidenses, a quienes no les gustó Apple mueve su dinero a Irlanda, donde paga menos impuestos como resultado. Cocine sin embargo él reportó, que su empresa está pagando cada dólar que debe en impuestos, y en octubre a él ella tenía razón también la Comisión de Bolsa y Valores.

Pero mientras los senadores estadounidenses prácticamente sólo acusan a Apple de aprovecharse de las condiciones en Irlanda, a la Unión Europea le gustaría tratar con Apple y otras dos grandes empresas -Amazon y Starbucks- que utilizan prácticas similares a las de Apple. Es comprensible que tanto los irlandeses como Apple rechacen cualquier acuerdo injusto.

"Es muy importante que la gente sepa que no hemos hecho un trato especial en Irlanda. En los 35 años que hemos estado en Irlanda, sólo hemos seguido las leyes locales", dijo pro Financial Times Luca Maestri, director financiero de Apple.

Sin embargo, la Comisión Europea debería presentar sus primeras conclusiones sobre el caso esta semana. La clave será si Apple presionó a las autoridades irlandesas para que redujeran sus obligaciones fiscales, lo que finalmente resultó en ayuda estatal ilegal. Apple discutió con el gobierno irlandés sobre impuestos en 1991 y 2007, pero Maestri niega que Apple amenazara, por ejemplo, con abandonar Irlanda si no recibía concesiones.

"Si hay dudas sobre si intentamos llegar a un acuerdo con el gobierno irlandés al estilo de 'algo por algo', nunca sucedió", dice Maestri, quien reemplazó a Peter Oppenheimer como director financiero este año. Según Maestri, las negociaciones con Irlanda se desarrollaron con bastante normalidad, como con cualquier otro país. "No intentamos ocultar nada. Si un país cambia sus leyes fiscales, seguiremos esas nuevas leyes y pagaremos impuestos en consecuencia”.

Apple tiene dos argumentos principales contra la acusación de que no pagó tantos impuestos como debería. Además, Maestri añade que los impuestos corporativos en Irlanda se han multiplicado por diez desde la introducción del iPhone en 2007.

A Apple no le gusta que la Comisión Europea pretenda aplicar retroactivamente las directivas sobre la fiscalidad de las sucursales multinacionales, lo que, según la empresa californiana, es engañoso e incorrecto. Al mismo tiempo, Apple quiere convencer de que las tarifas acordadas con el gobierno irlandés son adecuadas y comparables a casos similares de otras empresas.

Sin embargo, si la Comisión Europea aún llegara a la conclusión de que Apple concluyó un acuerdo ilegal con el gobierno irlandés, ambas partes correrían el riesgo de tener que compensar los últimos 10 años de cooperación ilegal. Es demasiado pronto para especular sobre el importe, como también afirma Maestri, pero es casi seguro que la multa superaría el récord anterior de la Unión Europea de mil millones de euros.

Cualquiera que sea el resultado del caso, Apple no se irá de Irlanda. “Nos quedamos en Irlanda en los buenos y en los malos momentos. Hemos crecido aquí a lo largo de los años y somos el mayor empleador en Cork", dice Maestri, quien afirma que Apple planea trabajar con Bruselas. "Somos un contribuyente muy importante a la economía irlandesa".

Fuente: Financial Times
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