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Los libros electrónicos no pueden recibir el mismo tratamiento que los libros tradicionales en cuanto al impuesto sobre el valor añadido. Hoy, el Tribunal Europeo ha dictaminado que los libros electrónicos no pueden beneficiarse de un tipo de IVA más bajo. Pero esta situación podría cambiar pronto.

Según la decisión del Tribunal Europeo, un tipo de IVA más bajo sólo se puede utilizar para la entrega de libros en soporte físico, y aunque también es necesario un soporte (tableta, ordenador, etc.) para leer libros electrónicos, no forma parte. de un libro electrónico, por lo que no se le puede aplicar un tipo impositivo reducido. Se aplican valores añadidos.

Además de los libros electrónicos, la tasa impositiva más baja no se puede aplicar a ningún otro servicio proporcionado electrónicamente. Según la directiva de la UE, el tipo reducido del IVA se aplica únicamente a los bienes.

En la República Checa, desde principios de este año, el impuesto sobre el valor añadido sobre los libros impresos se ha reducido del 15 al 10 por ciento, que es el segundo tipo reducido recientemente establecido. Sin embargo, todavía se aplica el 21% de IVA a los libros electrónicos.

Sin embargo, el Tribunal Europeo se ocupó principalmente de los casos de Francia y Luxemburgo, ya que estos países aplicaban hasta ahora un tipo impositivo reducido a los libros electrónicos. Desde 2012, en Francia se aplica un impuesto del 5,5% a los libros electrónicos, en Luxemburgo de sólo el 3%, es decir, el mismo que para los libros en papel.

En 2013, la Comisión Europea demandó a ambos países por violar las leyes fiscales de la UE y ahora el tribunal falló a su favor. Francia tiene que aplicar un nuevo IVA del 20 por ciento y Luxemburgo del 17 por ciento sobre los libros electrónicos.

Sin embargo, el Ministro de Finanzas de Luxemburgo ya ha señalado que intentará impulsar cambios en las leyes fiscales europeas. "Luxemburgo opina que los usuarios deberían poder comprar libros con el mismo tipo impositivo, ya sea en línea o en una librería", afirmó el Ministro.

En el mismo espíritu se expresó también la ministra francesa de Cultura, Fleur Pellerin: "Seguiremos promoviendo la llamada neutralidad tecnológica, es decir, la misma fiscalidad sobre los libros, independientemente de que sean en papel o electrónicos".

La Comisión Europea ya ha indicado que podría inclinarse por esta opción en el futuro y cambiar las leyes fiscales.

Fuente: WSJ, Actualmente
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