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Un experto en compensaciones contratado por Apple explicó el martes ante un jurado de un tribunal de California por qué el fabricante del iPhone exige 2,19 millones de dólares a Samsung por copiar sus patentes, por las que ha estado luchando durante todo abril y seguirá luchando...

Chris Vellturo, economista formado en el MIT, dijo que la compensación incluye el lucro cesante de Apple entre agosto de 2011 y finales de 2013, así como las tarifas adecuadas que Samsung debería haber pagado por utilizar la tecnología de Apple. Más de 37 millones de teléfonos y tabletas vendidos por la empresa surcoreana están acusados ​​de copiar patentes de Apple.

"Es un mercado enorme y Samsung ha vendido en él un gran número de productos", comentó Vellturo, que recibe mucho dinero de Apple. Por trabajar en el caso actual de Apple vs. Samsung, cuesta 700 dólares la hora. Sin embargo, según sus palabras, dedicó más de 800 horas a las patentes y a todo el caso, y toda su empresa Quantitative Economic Solutions gastó miles más.

Velltura explicó al tribunal que las copias de Samsung perjudicaban a Apple principalmente porque permitía a Samsung captar muchos nuevos clientes en un mercado en crecimiento, del que luego se benefició. "La competencia es muy importante para los nuevos compradores, porque una vez que le compran a alguien, es muy probable que haga la siguiente compra con la misma empresa y que también compre otros productos y servicios de esa empresa", describió Velltura, añadiendo que Samsung se quedó atrás al principio, especialmente en términos de facilidad de uso, y por eso aprovechó el know-how de Apple para ser más competitivo.

Durante su testimonio, Velltura se refirió a documentos internos de Samsung que muestran que la compañía estaba preocupada por una capacidad de control inferior en comparación con los iPhone y que competir con Apple era la prioridad número uno. "Samsung reconoció que el iPhone había cambiado drásticamente la naturaleza de la competencia", dijo Velltura, señalando que Samsung carecía de interfaz de usuario, por lo que no tuvo más remedio que inspirarse en la competencia.

Incluso antes de Velltura habló John Hauser, profesor de marketing en la MIT Sloan School of Management, quien realizó varios estudios en los que ofrecía a los clientes productos hipotéticos con diferentes precios que se diferenciaban sólo en una única función. Según estos estudios, Hauser calculó el valor que tiene la función dada para los usuarios. Sus conclusiones son bastante interesantes. Por ejemplo, los usuarios pagarían 102 dólares adicionales por la corrección automática de palabras, una característica que es objeto de una demanda de patente. Los usuarios también tendrían que pagar decenas de dólares extra por otras funciones por las que Apple está demandando.

Sin embargo, Hauser señaló que estas cifras no pueden simplemente sumarse a los precios de los dispositivos, ya que hay muchos otros factores que deben tenerse en cuenta al determinar el precio. "Ese sería un estudio diferente, éste debería ser simplemente un indicador de la demanda", afirmó Hauser, que posteriormente fue interrogado durante dos horas por Bill Price, un abogado de Samsung, que intentó refutar sus afirmaciones.

Price discrepó con partes específicas del estudio de Hauser, en las que una de las características dice que las palabras se corrigen automáticamente cuando se inserta un espacio o punto, mientras que el Galaxy S III, uno de los sujetos de la demanda, corrige las palabras inmediatamente. Finalmente, Price también cuestionó el beneficio general del estudio, que solo rastrea las características y no a Samsung como marca o afecto del usuario por Android.

Samsung debería seguir argumentando que Apple no debería haber obtenido sus patentes en absoluto y que casi no tienen valor. Por lo tanto, Samsung no debería pagar más que unos pocos millones de dólares en compensación.

Fuente: Re / Código, Macworld
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