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En 1989, Apple contrató a Thomas Rickner. Fue el comienzo de un viaje que culminó con la introducción de fuentes aptas para impresión en todas las computadoras.

Tipografía frustrante

Rickner decidió su carrera a mediados de los años 80, pero su profesor de tipografía tenía una opinión diferente y sólo le dio un consejo: "No lo hagas".  "Me dijo que era un camino hacia la frustración", recordó Rickner más tarde, añadiendo que convertirse en diseñador en este campo no era fácil en ese momento. Este campo no se enseñaba en las escuelas y solo había un puñado de empresas que podían brindar educación en esta dirección a las personas. Pero Rickner siguió su propio camino y no siguió el consejo del profesor, y lo hizo bien.

La llegada y auge de los ordenadores personales en las dos décadas siguientes provocó, entre otras cosas, un auge de la tipografía y oportunidades mucho mayores para todos aquellos que quisieran dedicarse a este campo. Apple también tiene un mérito importante en esto.

Rickner trabajó originalmente en Imagen, una empresa de impresoras láser. Pero en 1988 no podían imprimir ninguna fuente instalada en la computadora. Tenían su propia colección de tipografías, especialmente diseñadas para cada uno de los modelos. Entre otras cosas, a Rickner se le encomendó la tarea de diseñar programas que optimizaran la forma en que se muestran los caracteres en diferentes tamaños.

Más tarde, Rickner se unió a Apple como jefe de tipografía. Su papel aquí fue muy importante, porque una de las tareas del Mac era revolucionar la tipografía informática. Apple ha estado desarrollando en secreto una forma de mostrar fuentes de terceros directamente en el sistema operativo Mac. Hasta 1991, los Macintosh sólo admitían fuentes de mapa de bits de parámetros específicos, por lo que no eran de mucha utilidad para los profesionales creativos.

Una fuente para todas las ocasiones

El proyecto en el que trabajó Rickner en Apple se llamó "TrueType" y su propósito era mejorar las capacidades de visualización de fuentes en el sistema operativo Mac. Las fuentes TrueType no eran mapas de bits, sino que literalmente se representaban como un contorno y se mostraban en la pantalla de la computadora con una calidad mucho mayor, en cualquier tamaño y resolución. La llegada de las fuentes TrueType abrió la puerta a fuentes que hasta entonces solo habían sido utilizables para imprentas, permitiéndoles pasarse a lo digital.

Las fuentes TrueType existen desde 1991. Para que estas fuentes se convirtieran en un verdadero estándar, Apple las concedió la licencia a Microsoft: las primeras fuentes TrueType se introdujeron con el sistema operativo Windows 3.1. Muy rápidamente se produjo una gran difusión de las fuentes TrueType y Rickner habla de la "democratización de la tipografía". Apple quería que la representación de fuentes se convirtiera en una parte central de cualquier sistema operativo, tan evidente como copiar archivos o administrar la memoria.

La llegada de las fuentes TrueType marcó un verdadero punto de inflexión para todos los usuarios. De repente tuvieron acceso a cientos de fuentes, conocidas por periódicos y revistas, en calidad de impresión, en lugar de tener acceso a sólo una docena de fuentes de baja resolución. Poco después del lanzamiento exitoso de TrueType, Rickner dejó Apple para trabajar para Monotype en 1994. "Siempre me sorprende que en una sala llena de jóvenes diseñadores, yo sea el mayor", dijo sobre su trabajo para Monotype en 2016.

Fuente: Diseño rápido

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