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Cuando Apple presentó el año pasado el primer Mac con chip Apple Silicon, el M1, sorprendió a muchos observadores. Las nuevas computadoras Apple ofrecieron un rendimiento significativamente mayor con un menor consumo de energía, gracias a la simple transición a su propia solución: el uso de un chip "móvil" basado en la arquitectura ARM. Este cambio trajo consigo una cosa más interesante. En esta dirección nos referimos a la transición de la llamada memoria operativa a la memoria unificada. Pero, ¿cómo funciona realmente, en qué se diferencia de los procedimientos anteriores y por qué cambia ligeramente las reglas del juego?

¿Qué es la RAM y en qué se diferencia Apple Silicon?

Otras computadoras todavía dependen de la memoria operativa tradicional en forma de RAM o memoria de acceso aleatorio. Es uno de los componentes más importantes de una computadora que actúa como un almacenamiento temporal de datos a los que se debe acceder lo más rápido posible. En la mayoría de los casos, pueden ser, por ejemplo, archivos actualmente abiertos o archivos del sistema. En su forma tradicional, la "RAM" tiene la forma de una placa alargada que sólo hay que encajar en la ranura correspondiente de la placa base.

componentes m1
¿Qué partes componen el chip M1?

Pero Apple optó por un procedimiento diametralmente diferente. Dado que los chips M1, M1 Pro y M1 Max son los llamados SoC o System on a Chip, esto significa que ya contienen todos los componentes necesarios dentro del chip en cuestión. Precisamente por eso en este caso Apple Silicon no utiliza la RAM tradicional, sino que ya la tiene incorporada directamente en sí, lo que trae consigo una serie de beneficios. Cabe mencionar, sin embargo, que en este sentido el gigante de Cupertino trae una ligera revolución con un enfoque diferente, hasta ahora más habitual en los teléfonos móviles. Sin embargo, la principal ventaja reside en un mayor rendimiento.

El papel de la memoria unificada

El objetivo de la memoria unificada es bastante claro: minimizar la cantidad de pasos innecesarios que pueden ralentizar el rendimiento y, por tanto, reducir la velocidad. Este problema se puede explicar fácilmente utilizando el ejemplo de los juegos. Si juegas en tu Mac, el procesador (CPU) primero recibe todas las instrucciones necesarias y luego pasa algunas de ellas a la tarjeta gráfica. Luego procesa estos requisitos específicos a través de sus propios recursos, mientras que la tercera pieza del rompecabezas es la RAM. Por lo tanto, estos componentes deben comunicarse constantemente entre sí y tener una visión general de lo que hacen los demás. Sin embargo, es comprensible que este tipo de entrega de instrucciones "muerda" parte de la actuación misma.

Pero ¿y si integramos el procesador, la tarjeta gráfica y la memoria en uno solo? Este es precisamente el enfoque que ha adoptado Apple en el caso de sus chips Apple Silicon, coronándolos con una memoria unificada. Ella es uniforme por una sencilla razón: comparte su capacidad entre componentes, gracias a lo cual otros pueden acceder a él prácticamente con un chasquido de dedo. Así es exactamente como se mejoró completamente el rendimiento, sin tener que aumentar necesariamente la memoria operativa como tal.

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