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Una de las razones (y probablemente la más importante) por la que el iPhone X del año pasado costó tanto fue el mayor precio de los nuevos paneles OLED que Samsung fabrica para Apple. Teniendo en cuenta que era lo mejor que había actualmente en el mercado, Samsung pagó mucho por la producción. Por lo tanto, en los últimos meses, Apple ha estado tratando de encontrar otros proveedores que hagan bajar el precio de los paneles al menos un poco basándose en la lucha competitiva. Durante mucho tiempo pareció que este segundo proveedor sería LG, que le construyó una nueva planta de producción. Sin embargo, hoy apareció en la web un informe de que la producción no está alcanzando la capacidad suficiente y que LG podría volver a quedar fuera de juego.

Aunque Apple presentará los nuevos iPhone en menos de cinco meses, la producción comenzará ya durante las vacaciones. Los socios que producirán los componentes de los nuevos iPhone de Apple sólo tienen unas pocas semanas para prepararse para la producción. Y parece que LG va un poco lenta en su nueva fábrica de paneles OLED. El American Wall Street Journal informó que la producción no comenzó según lo planeado y que todo el proceso de inicio de la producción enfrenta importantes retrasos.

Según fuentes del WSJ, LG no produce paneles OLED según las especificaciones de Apple, supuestamente debido a una adaptación insuficiente del proceso de fabricación. En la fábrica de LG se iban a producir los paneles del modelo más grande que sustituirá al iPhone X (debería ser una especie de iPhone X Plus con pantalla de 6,5"). Del segundo tamaño de las pantallas se encargaría Samsung. Sin embargo, tal como está ahora, Samsung fabricará todas las pantallas para Apple, lo que puede traer algunos inconvenientes.

Es lógico que si Apple quisiera producir dos tamaños de pantallas en dos fábricas diferentes, la capacidad de producción de una sola fábrica sería completamente insuficiente. Si LG para junio o Julio no permitirá ajustar la producción al nivel requerido y es posible que nos encontremos con una gran reducción en la disponibilidad de nuevos iPhone en el otoño. En resumen, una nave de producción no podrá cubrir lo que inicialmente se suponía que debían hacer dos.

Gracias a la ausencia de un segundo fabricante, también es muy probable que Samsung vuelva a negociar condiciones más favorables, lo que en la práctica significa paneles OLED caros. Esto podría tener un efecto significativo en el precio de los nuevos iPhone, que no tendrían que bajar en absoluto desde el año pasado. Se espera que Apple presente tres nuevos teléfonos en septiembre. En dos casos será el sucesor del iPhone X en dos tamaños (5,8 y 6,5″). El tercer iPhone debería ser una especie de modelo "básico" (más barato) con una pantalla IPS clásica y especificaciones ligeramente reducidas.

Fuente: 9to5mac

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