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Los fanáticos de las MacBook están viviendo tiempos dorados. No hace mucho que los Mac en general estaban en declive, pero el cambio a los chips de la serie M les ha dado un impulso increíble, y parece que Apple tiene más ases bajo la manga. En concreto, estamos hablando de la transición de las actuales pantallas LCD a OLED, gracias a la cual las capacidades de visualización de los MacBooks avanzarán significativamente. El problema, sin embargo, es que su precio también puede avanzar, lo que podría ser un problema especialmente para la serie Air.

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Por supuesto, sólo podemos discutir sobre el precio final del MacBook Air con pantalla OLED. Su actuación no está prevista hasta el próximo año. Sin embargo, hace relativamente poco tiempo se filtró información de que Apple aumentará drásticamente el precio de los iPad Pro el próximo año, precisamente debido a las pantallas OLED. Al mismo tiempo, el aumento de precio debería haber sido de entre 300 y 400 dólares por modelo, lo que convertiría al iPad Pro en la tableta más cara del mercado. Sin embargo, aunque todavía se pueden permitir hasta cierto punto debido al hecho de que son dispositivos profesionales, los MacBook Air son el billete al mundo de las tabletas de Apple, y cualquier aumento significativo de precio bloquearía este camino. Por tanto, surge la pregunta de qué dirección tomará Apple.

Sinceramente, no hay muchas opciones. Si Apple realmente quiere OLED en el MacBook Air, se puede imaginar que lo crearán con una cierta reducción y, por lo tanto, reducirán su precio (sin embargo, el Air aún tendrá que subir de precio de alguna manera), o que el Air Llegará en dos versiones, concretamente con LCD y OLED. Gracias a esto, los usuarios podían elegir entre un billete barato al mundo de los portátiles con peor pantalla y una máquina compacta con una bonita pantalla pero a un precio más alto.

Está claro que esta no será una elección nada fácil para Apple, porque parece que quiere deshacerse de las pantallas LCD en sus productos en el futuro. Sin embargo, están en contra de sus precios, que pueden elevar las piezas baratas actuales a un nivel significativamente más alto, lo que, por supuesto, afectaría a su comerciabilidad. Por ejemplo, los MacBook Air son extremadamente populares precisamente por su bajo precio. Por lo tanto, dividir la cartera en productos OLED y LCD tendría mucho sentido a este respecto. Por otro lado, cada nueva rama de la oferta es, en cierta medida, una confusión de la misma, y ​​es Apple quien lleva mucho tiempo intentando asegurarse de que sus clientes comprendan la oferta. Por tanto, será sumamente interesante seguir sus pasos en las próximas semanas y meses.

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