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El Proyecto Titán es algo de lo que todo fanático de Apple ha oído hablar al menos una vez. Se trata de un proyecto cuyo objetivo era construir su propio coche autónomo, que saldría íntegramente de los talleres de Apple. Se suponía que sería la próxima "gran novedad" y el próximo gran proyecto que se le ocurriría a la compañía de Cupertino. Sin embargo, según las últimas informaciones, parece que todo el proyecto podría resultar diferente de lo esperado inicialmente. No llegará ningún coche fabricado en Apple.

Desde hace varios años se habla del Proyecto Titán. Las primeras menciones a que Apple podría estar preparando un coche autónomo se remontan a 2014. Desde entonces, la compañía ha reclutado a un gran número de expertos, tanto de la industria del automóvil como de sectores centrados en la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y las tecnologías de conducción. Sin embargo, durante el desarrollo del proyecto se produjeron varios cambios fundamentales que dirigieron todos los esfuerzos en una dirección completamente diferente.

Ayer el New York Times trajo información interesante que conoce de primera mano. Lograron contactar a cinco ingenieros que trabajaron o siguen trabajando en el proyecto. Por supuesto, aparecen de forma anónima, pero su historia e información tienen sentido.

La visión original del Proyecto Titán era clara. Apple creará su propio coche autónomo, cuyo desarrollo y producción estará completamente controlado por Apple. Sin asistencia de producción por parte de los fabricantes tradicionales, sin subcontratación. Sin embargo, como se vio más adelante en la fase del proyecto, la producción de un automóvil no es divertida, a pesar de que la empresa logró obtener enormes capacidades de los campos interesados. Según los ingenieros de Apple, el proyecto fracasó desde el principio, cuando no era posible definir completamente el objetivo.

Dos visiones compitieron y sólo una pudo ganar. El primero anticipó el desarrollo de un coche totalmente autónomo. Desde el chasis hasta el techo, pasando por toda la electrónica interna, los sistemas inteligentes, etc. La segunda visión quería centrarse principalmente en los sistemas de conducción autónoma, que permitirían, sin embargo, la intervención del conductor y que posteriormente se aplicarían a los coches "extranjeros". La indecisión sobre la dirección que debería tomar el proyecto y lo que todo debería implementarse en este proyecto básicamente lo paralizó. Todo resultó en la salida del director del proyecto original, Steve Zadesky, quien se puso con su visión "en contra de todos", especialmente del equipo de diseño industrial, incluido Johny Ive.

Bob Mansfield ocupó su lugar y todo el proyecto sufrió una importante reestructuración. Los planes para la producción de un automóvil como tal fueron descartados y todo comenzó a girar en torno a los propios sistemas autónomos (supuestamente existe un prototipo funcional del llamado carOS). Una parte del equipo original fue despedido (o trasladado a otros lugares) porque ya no había ninguna solicitud para ellos. La empresa logró adquirir muchos nuevos expertos.

No se ha hablado mucho sobre el proyecto desde el terremoto, pero se puede suponer que en Cupertino se está trabajando con diligencia. La pregunta es cuánto tiempo tardará Apple en hacer público este proyecto. Lo cierto es que no es la única empresa de Silicon Valley que se ocupa de la conducción autónoma, al contrario.

Actualmente ya se están realizando algunas pruebas, con la ayuda de tres SUV, en los que Apple prueba sus prototipos de conducción autónoma. En un futuro próximo, se espera que la compañía lance líneas de autobuses que transportarán a los empleados por las principales sedes de Cupertino y Palo Alto, y que además serán totalmente autónomas. Probablemente veremos una conducción inteligente e independiente por parte de Apple. Sin embargo, sólo tendremos que soñar con el coche de Apple...

Fuente: Los Tiempos de la Ciudad Nueva York

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