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Se supone que el año 2024 será el año de la inteligencia artificial, pero este artículo no tratará sobre eso. El año pasado, Apple no lanzó ni un solo iPad nuevo y ciertamente sabían por qué. Sus ventas siguen cayendo porque el mercado simplemente está saturado de ellos. Este año, sin embargo, la empresa quiere innovar en toda su cartera. ¿Pero tiene sentido? 

El año pasado, después de 13 años, no obtuvimos ni un solo iPad nuevo. Samsung lanzó 7 de ellos, pero el mundo de las tabletas de Apple y las que tienen el sistema operativo Android es un mundo diferente después de todo. Con la excepción de Samsung, las marcas chinas también participan en esta industria, pero la mayoría de ellas se centran en un límite presupuestario más bajo y quieren ofrecer pantallas grandes a clientes más comunes. Samsung tiene la línea superior de tabletas Galaxy Tab S9, a la que presentó la liviana Galaxy Tab S9 FE en el otoño. Luego está disponible la serie Galaxy Tab A. Su cartera cubre así el rango de precios de 4 a 490 coronas checas. 

Sin embargo, el iPad Pro de 12,9" tiene un precio inicial de 35 coronas checas y el problema aquí es que sólo tiene tecnología de pantalla mini-LED. En el modelo Galaxy Tab S490 Ultra, Samsung no sólo logró aumentar la pantalla a 9 pulgadas, sino que su tecnología es OLED, concretamente Dynamic AMOLED 14,6X. Se supone que la transición a la tecnología de pantalla OLED, con la excepción del chip M2, será lo principal que incluirán los nuevos iPad Pro, y la preocupación por su precio ciertamente está justificada. 

3 pasos hacia la felicidad 

Además, Apple intenta presentarlo como una máquina profesional. No habría nada de malo en eso, pero comprar una tableta por el precio de una computadora portátil (del mismo fabricante) es bastante arriesgado. Si una tableta puede sustituir a un ordenador, paradójicamente es mejor en el mundo Android, concretamente en Samsung, que ofrece su modo DeX. En lugar de la cartera de gama alta, Apple debería centrarse en su segmento medio y bajo y en la optimización del sistema iPadOS. 

Si los clientes ven el sentido de comprar iPhones con el nombre Pro, a menudo no justifican tal inversión en iPads. Sin embargo, el iPad básico de novena generación tiene un diseño arcaico y la décima generación no convenció con sus mejoras de hardware, porque en realidad era demasiado similar al iPad Air pero seguía siendo bastante caro. Fue la compra del Air lo que tenía más sentido en el momento de la introducción de la décima generación que limitarnos en tantos frentes. 

Será interesante ver qué se le ocurre a la compañía este año y si todavía tiene una visión aquí, o si es solo una actualización para un cliente de un mercado poco interesante. De hecho, puede ser cierto que este segmento moribundo no tenga futuro tal como lo conocemos ahora. Sin embargo, varios factores pueden cambiar esto: una pantalla flexible, inteligencia artificial y un sistema operativo más maduro, contra el cual Apple está luchando con uñas y dientes. 

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