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Con la llegada del iPhone 6S, los usuarios de Apple pudieron disfrutar de una novedad bastante interesante llamada 3D Touch. Gracias a esto, el teléfono de Apple pudo responder a la presión del usuario y, en consecuencia, abrir un menú contextual con otras opciones, aunque la mayor ventaja fue, por supuesto, la simplicidad. Todo lo que tenías que hacer era presionar un poco en la pantalla. Posteriormente, cada generación de iPhone también contó con esta tecnología.

Es decir, hasta 2018, cuando un trío de teléfonos (iPhone XS, iPhone XS Max y iPhone XR) solicitaron la candidatura. Y fue este último el que ofreció el llamado Haptic Touch en lugar de 3D Touch, que no respondía a la presión, sino que simplemente mantenía el dedo sobre la pantalla un poco más. El punto de inflexión llegó un año después. La serie iPhone 11 (Pro) ya solo estaba disponible con Haptic Touch. Sin embargo, si nos fijamos en los Mac, encontraremos un gadget similar llamado Force Touch, que se refiere específicamente a los trackpads. También pueden reaccionar a la presión y, por ejemplo, abrir un menú contextual, una vista previa, un diccionario y más. Pero lo más fundamental de ellos siempre está aquí con nosotros.

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¿Por qué desapareció 3D Touch, pero prevalece Force Touch?

Desde este punto de vista, se plantea lógicamente una pregunta sencilla. ¿Por qué Apple enterró por completo la tecnología 3D Touch en los iPhone, mientras que en el caso de los Mac, incluidos sus trackpads, poco a poco se está volviendo irremplazable? Además, cuando se introdujo 3D Touch por primera vez, Apple enfatizó que se trataba de un gran avance en el mundo de los teléfonos Apple. Incluso lo comparó con el multitáctil. Aunque esta novedad gustó muy rápidamente a la gente, posteriormente empezó a caer en el olvido y dejó de utilizarse, además de que los desarrolladores dejaron de implementarla por completo. La mayoría de los usuarios (habituales) ni siquiera sabían algo así.

Además, la tecnología 3D Touch no era tan sencilla y ocupaba bastante espacio dentro del dispositivo que podía usarse para otra cosa. Es decir, para un cambio más visible, cuya existencia los productores de manzanas ya conocerán y, por tanto, podrán gustar. Desafortunadamente, varios factores actuaron en contra del 3D Touch y Apple no logró enseñar a la gente cómo controlar iOS de esta manera.

Force Touch en el trackpad, por otro lado, es un poco diferente. En este caso se trata de un gadget relativamente popular que está muy bien conectado con el sistema operativo macOS y puede aprovecharlo al máximo. Si pulsamos el cursor sobre una palabra, por ejemplo, se abrirá una vista previa del diccionario, si hacemos lo mismo sobre un enlace (sólo en Safari), se abrirá una vista previa de la página determinada, etc. Pero aun así cabe mencionar que todavía hay muchos usuarios habituales que sólo utilizan su Mac para tareas básicas, que ni siquiera conocen Force Touch, o lo descubren por pura casualidad. Por otro lado, hay que tener en cuenta que en el caso de un trackpad no hay una dura lucha por cada milímetro de espacio, por lo que no supone el menor problema tener algo similar aquí.

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