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Últimamente han empezado a surgir de nuevo algunas novedades sobre el mítico Apple Car. ¿Pero tiene sentido centrar su atención en algo como esto? Preferiría que la empresa se centrara en otras cosas además de crear un unicornio. 

Un poco de historia no verificada y puramente especulativa, que es un cierto secreto a voces: Apple supuestamente inició un proyecto sobre su propio coche en 2014, para congelarlo dos años después y reanudarlo durante otros cuatro, es decir, en 2020. Debería estar dirigido por un tal John Giannandrea, jefe de inteligencia artificial y aprendizaje automático de Apple, con Kevin Lynch a mano. Suele presentar novedades sobre el Apple Watch en la Keynote. 

El año que viene la empresa debería tener un diseño de coche terminado, un año más tarde una lista de funciones y en 2025 el coche ya debería probarse en uso real. Contrariamente a las informaciones originales, no será un coche totalmente autónomo, pero seguirá teniendo volante y pedales, aunque se podrá intervenir en la dirección (será necesario en determinadas situaciones). El chip instalado debería ser algún tipo de serie M, es decir, el que vemos ahora en los ordenadores Mac. No deberían faltar los sensores LiDAR y diversos cálculos que se ejecutan en una nube remota. El precio será asequible, poco menos de 100 dólares, es decir, unos dos millones de coronas checas y algo de cambio.

¿Apple Car como un fracaso financiero? 

Arriba, hemos resumido la información actual que circula sobre el Apple Car. Nada es oficial, nada está confirmado, todo se basa solo en filtraciones, especulaciones y conjeturas y espero sinceramente que siga así. No puedo pensar en una sola razón por la que Apple debería siquiera aventurarse en su propio coche. Claro, puede haber diferentes conceptos dentro de la empresa, pero aún queda un largo camino por recorrer hasta el producto final.

¿Una empresa que fabrica productos electrónicos en forma de teléfonos inteligentes, tabletas, computadoras, relojes, parlantes y cajas inteligentes necesita invertir recursos financieros y humanos en algo como un automóvil de pasajeros? Nos guste o no, Apple se trata principalmente de dinero, es decir, de cuántos ingresos tiene. Necesita cortar sus productos como salchichas para poder venderlos de todos modos. Aunque sus computadoras y teléfonos tienen un precio en el segmento premium, le está yendo bien. Pero otra cosa es ahorrar "unos pocos" miles en un producto Apple en lugar de unos pocos millones.

Cuantos más productos vende Apple, más gana. ¿Pero quién compraría su coche por un precio de 2 millones de coronas checas? El Apple Car como automóvil físico tendría sentido si no fuera un voluminoso barco de lujo sobre ruedas por una suma financiera inasequible para la gran mayoría de los habitantes del planeta, sino un pequeño automóvil urbano que idealmente tendría el tamaño de una bolsa de la compra (p. ej. Škoda Citigo). Compararlo con algo como el Tesla Model S no viene al caso. Además, el único comprador con cierto potencial parece ser el gobierno, y además sólo unos pocos ricos. En este sentido, el proyecto Apple Car parece ser un claro fracaso financiero. 

Prefiero CarPlay y HomePod 

Pero ¿por qué apresurarse a lanzar un producto físico? Apple tiene su CarPlay, que debería llevar a un nivel superior. Al fin y al cabo, ya tenemos ciertos rumores al respecto. Debería llegar a un acuerdo con las compañías de automóviles para no fabricarle el hardware (es decir, el automóvil), sino darle acceso completo al software para que el usuario pueda convertir el de la compañía de automóviles al de Apple. Hasta ahora, CarPlay tiene mucho que ofrecer.

Si pudiera votar, definitivamente estaría a favor de que el Sr. John Giannandrea entregara un auto y comenzara a cuidar la extensión Siri. Gracias a esto, Apple podría comenzar a vender oficialmente incluso el estúpido HomePod mini en más mercados, donde también tendría más uso con soporte en idioma nativo (y esto también llevaría CarPlay a más mercados de manera oficial). Entonces Apple Car no, gracias, no lo necesito, no lo quiero. Me conformo con algo más pequeño.  

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