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En su época, Steve Jobs fue considerado uno de los mejores emprendedores de la historia. Dirigió una empresa muy exitosa, logró cambiar la forma en que las personas interactúan con la tecnología. Para muchos era simplemente una leyenda. Pero según Malcolm Gladwell, periodista y autor del libro Parpadeo: Cómo pensar sin pensar – no se debió al intelecto, los recursos o decenas de miles de horas de práctica, sino un simple rasgo de la personalidad de Jobs que cualquiera de nosotros puede desarrollar fácilmente.

El ingrediente mágico, según Gladwall, es la urgencia, que, según él, también es típica de otros inmortales en el campo de los negocios. La urgencia de Jobs fue demostrada una vez por Gladwall en una historia que involucraba al Palo Alto Research Center Incorporated (PARC) de Xerox, un grupo de expertos innovador con sede cerca de la Universidad de Stanford.

Steve Jobs Facebook

En la década de 1960, Xerox era una de las empresas tecnológicas más importantes del mundo. PARC contrató a los mejores científicos de todo el planeta, les ofreció un presupuesto ilimitado para su investigación y les dio tiempo suficiente para centrar su capacidad intelectual en un futuro mejor. Este procedimiento resultó eficaz: del taller PARC surgieron una serie de inventos fundamentales para el mundo de la tecnología informática, tanto en términos de hardware como de software.

En diciembre de 1979, Steve Jobs, que entonces tenía veinticuatro años, también fue invitado a PARC. Durante su inspección, vio algo que nunca había visto antes: era un mouse que podía usarse para hacer clic en un ícono en la pantalla. Inmediatamente, el joven Jobs tuvo claro que tenía algo ante sus ojos que tenía el potencial de cambiar fundamentalmente la forma en que se utilizaba la informática para fines personales. Un empleado de PARC le dijo a Jobs que los expertos llevaban diez años trabajando en el ratón.

Jobs estaba realmente emocionado. Corrió hacia su coche, regresó a Cupertino y anunció a su equipo de expertos en software que acababa de ver "la cosa más increíble" llamada interfaz gráfica. Luego preguntó a los ingenieros si eran capaces de hacer lo mismo y la respuesta fue un rotundo "no". Pero Jobs se negó a darse por vencido. Ordenó a los empleados que dejaran todo inmediatamente y se pusieran a trabajar en la interfaz gráfica.

“Jobs tomó el mouse y la interfaz gráfica y los combinó. El resultado es el Macintosh, el producto más emblemático de la historia de Silicon Valley. El producto que envió a Apple al increíble viaje en el que se encuentra ahora”. dice Gladwell.

Sin embargo, el hecho de que actualmente utilicemos ordenadores de Apple y no de Xerox no significa, según Gladwell, que Jobs fuera más inteligente que la gente de PARC. "No. Son más inteligentes. Inventaron la interfaz gráfica. Simplemente lo robó”. afirma Gladwell, según quien Jobs simplemente tenía un sentido de urgencia, combinado con la capacidad de lanzarse a las cosas de inmediato y llevarlas a una conclusión exitosa.

"La diferencia no está en los medios, sino en la actitud". Gladwell concluyó su historia, que contó en el Foro Empresarial Mundial de Nueva York en 2014.

Fuente: Business Insider

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