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John Sculley dejó el puesto de liderazgo en Apple el 18 de junio de 1993 después de diez años. Pero no fue una salida puramente voluntaria: la junta directiva de la compañía le pidió a Sculley que renunciara después de que las acciones de Apple experimentaran una caída crítica en 1993. Michael Spindler reemplazó a John Sculley como director ejecutivo de Apple.

John Sculley se unió a la plantilla de Apple en mayo de 1983. Fue traído a la empresa directamente por el propio Steve Jobs, quien en ese momento le hizo la ya legendaria pregunta sugerente: si quería vender agua azucarada por el resto de su vida, o si preferiría ayudar a cambiar el mundo Antes de unirse a Apple, John Sculley trabajó en Pepsi. Originalmente se suponía que Steve Jobs y John Sculley serían colegas que trabajarían codo con codo, pero pronto comenzó a surgir cierta tensión entre los dos hombres. Los desacuerdos en la empresa finalmente llevaron al hecho de que Steve Jobs se vio obligado a abandonarla por completo en 1985.

A John Scully inicialmente le fue bastante bien en la gestión de Apple. El segmento del mercado de computadoras personales estaba creciendo rápidamente y Sculley estaba decidido a dejar una huella indeleble en la historia de la informática. Durante sus diez años en Apple, logró aumentar las ventas de los 800 millones de dólares originales a unos respetables 8 mil millones. Bajo su liderazgo, también se crearon varios productos excelentes, por ejemplo, el PowerBook 100. Sculley también supervisó el desarrollo de la PDA Apple Newton. Entonces, ¿qué llevó a la partida de Sculley? Él mismo quería regresar a la costa este y consideró postularse para el puesto de director ejecutivo de IBM. También participó activamente en política y apoyó la campaña presidencial de Bill Clinton. Desde el punto de vista de la junta directiva de Apple, estuvo demasiado involucrado en el desarrollo de Newton, en un momento en que la empresa tenía que enfrentarse a una competencia cada vez mayor. Después de la partida de Scully, Michael Spindler asumió la dirección de la empresa, mientras que Sculley fue miembro de la junta directiva hasta octubre de 1993. Se marchaba con un "paracaídas de oro" de 10 millones de dólares.

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