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En una de las partes anteriores de nuestra serie dedicada a la historia de Apple, analizamos el comercial de 1984 que Apple utilizó para promocionar su primer Macintosh. Hoy, para variar, nos centraremos en el día en que se lanzó oficialmente el primer Macintosh. El legendario Macintosh 128K llegó a las tiendas a finales de enero de 1984.

Al acercar el mouse y la interfaz gráfica de usuario a las masas, y anunciada por el ahora icónico anuncio del Super Bowl, la Mac de primera generación se convirtió rápidamente en una de las computadoras personales más importantes jamás lanzadas en ese momento. Los orígenes del proyecto Mac se remontan a finales de la década de 70 y al creador original de Macintosh, Jef Raskin. Luego se le ocurrió la idea revolucionaria de crear una computadora personal fácil de usar que todos pudieran pagar. En aquella época, aún quedaba un largo camino por recorrer para que los ordenadores personales fueran parte integrante del equipamiento de la mayoría de los hogares.

Por razones de disponibilidad, Raskin se centró en un precio que no debería exceder los 500 dólares. Solo a modo de comparación, el Apple II costaba 70 dólares en la década de 1298, e incluso una simple computadora TRS-80 vendida en Radio Shack en ese momento, que se consideraba asequible, costaba 599 dólares en ese momento. Pero Raskin estaba convencido de que el precio de un ordenador personal de calidad podía reducirse aún más. Pero fue precisamente la relación calidad:precio, donde Raskin finalmente no estuvo de acuerdo con Steve Jobs. Jobs finalmente asumió el liderazgo del equipo correspondiente y, unos años después de su salida de Apple, Raskin lanzó su propia computadora que coincidía con sus ideas originales. Sin embargo, el dispositivo llamado Canon Cat finalmente no despegó, lo que no se puede decir del primer Macintosh.

Apple originalmente planeó eso la computadora se llamará McIntosh. Se suponía que era una referencia a la variedad de manzana favorita de Raskin. Sin embargo, Apple cambió la ortografía porque el nombre ya pertenecía al Laboratorio McIntosh, que producía equipos de audio de alta gama. Jobs convenció a McIntosh para que permitiera a Apple usar una variación del nombre, y las dos compañías acordaron un acuerdo financiero. Sin embargo, Apple todavía tenía el nombre MAC en reserva, que quería utilizar en caso de que el acuerdo con McIntosh Laboratory no funcionara. Se suponía que era un acrónimo de "Computadora activada por mouse", pero algunos bromearon sobre la variante "Computadora con acrónimo sin sentido".

El Macintosh no fue el primer ordenador de Apple para el mercado masivo (fue Apple II). Tampoco fue el primer ordenador del taller de la compañía de Cupertino en utilizar ventanas, iconos y el puntero del ratón (en este sentido ostenta la primacía Lisa). Pero con Macintosh, Apple logró combinar hábilmente la facilidad de uso, el énfasis en la creatividad personal y la creencia de que los usuarios merecían algo mejor que el texto verde más o menos omnipresente en una pantalla negra en ese momento. El primer Macintosh se vendió relativamente bien, pero sus sucesores tuvieron aún más éxito. Se convirtió en un éxito definitivo unos años después. Mac SE/30, pero el Macintosh 128K todavía se percibe como un objeto de culto debido a su preeminencia.

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